miércoles, 10 de agosto de 2016
domingo, 7 de agosto de 2016
Las dietas y los niños
La obesidad en los niños es literalmente una epidemia. A menos que los niños realicen actividades y se les eduque para disfrutar de alimentos saludables, las perspectivas para su salud a largo plazo es sombrío.Pero podemos cambiar las cosas.
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¿Qué es la obesidad?
La obesidad, o exceso de sobre-nutrición, es la acumulación generalizada de grasa tanto debajo de la piel (subcutáneo) como alrededor de los órganos (grasa corporal visceral). Es causada generalmente cuando una persona come más de lo que necesita. La poca inactividad, fundamental para un buen desarrollo, también puede causar la obesidad, pero esto es menos común en los niños. Sea cual sea la causa, algunos niños heredan una predisposición genética a la enfermedad. Pueden tener la misma dieta que sus pares más delgados, pero almacenan más calorías en forma de grasa.
Es importante el control de la obesidad infantil pues las nuevas células de grasa se forman principalmente en este período. Con la adición de estas nuevas células cada año hace que la obesidad en la etapa adulta sea más difícil de combatir.
¿Quienes la padecen?
Los niños con sobrepeso no son glotones o perezosos. De hecho algunos estudios realizados demuestran que los niños obesos no comen más calorías que otros niños. Pero necesitan menos alimentos y una mayor actividad.
Una gran variedad de trastornos hormonales, incluyendo problemas con la insulina, hormonas del hipotálamo, y hormonas de la pituitaria, pueden causar obesidad severa.
También hay una serie de síndromes hereditarios raros ( Laurence-Moon-Biedl, síndrome de Prader-Willi y Cushing) que producen la obesidad. Sí la altura de un niño es apropiado o mejor para su edad una de estas condiciones médicas es extremadamente improbable, por el contrario un niño obeso con el crecimiento en altura lento, sin duda debe ser evaluado.
sábado, 6 de agosto de 2016
Atento a estos síntomas
A continuación síntomas que pueden ser señales de enfermedades
menores, pero que los doctores advierten acudir sin demora a un Centro de Salud
si un niño presenta alguno de ellos, por si acaso.
| Tabla de contenidos |
Pérdida constante de
peso
Muchas veces la pérdida de peso de nuestros hijos ocurre sin percatarnos de ella hasta
que alguien, fuera del círculo habitual, lo ve y nos advierte lo mucho que ha
adelgazado, sólo entonces empezamos a sospechar que algo anda mal.
Basta llevar una muestra de orina al pediatra para que el análisis
pueda revelar si hay una alta concentración de glucosa, seis veces más de lo
normal, claro indicio de diabetes.
La diabetes juvenil, o de tipo I,
afecta a uno de cada 600 niños antes de los 18 años. Esta enfermedad se produce
cuando el páncreas no elabora suficiente insulina, debido a que el sistema
Inmunitario ataca por error las células que la producen y sin las cuales el
cuerpo no puede asimilar los azúcares. Sí no se controla puede ocasionar coma diabético,
sin embargo, una inyección diaria de insulina puede controlar este mal y permite
que los niños puedan llevar una vida normal y activa.
“toda pérdida constante de peso en un niño que está en
crecimiento debe atenderse de inmediato”, menciona el conocido Dr. Alan Green, afamado pediatra y profesor, “ Esta anormalidad suele ser una de las primeras
señales de diabetes”. Otros síntomas son:
- Aumento de la sed
- Sentirse hambriento
- Necesidad muy frecuente de orinar ( Por ejemplo los niños que mojan la cama durante la noche cuando antes no lo hacían)
- Empezar a sufrir de visión borrosa.
- Hormigueo y entumecimiento de los pies.
Respiración agitada
Hay que estar muy alerta si un niño menor de un año presenta
respiración agitada al segundo o tercer día de estar en cama debido a algún
posible resfriado común. Un bebé que respira más de 40 veces por minuto
mientras duerme requiere atención médica inmediata.
Al principio los síntomas no pasan de ser iguales que a un
simple resfriado, moqueo y tos. Pero si al segundo día, en lugar de mejorar esos
síntomas se trasforman en jadeos y hundimiento del pecho al respirar y, además,
no puede pasar la leche, es necesario apresurarse y llevar al niño al hospital,
para que en una primera medida le administren oxígeno. Diagnóstico, infección por virus sincitial, el
cual ataca los tejidos del tracto respiratorio y ocasiona secreción de moco y obstrucción
de las vías respiratorias. Este virus es una de las principales causas de la
neumonía en los más pequeños. Cada año unos 90000 niños van a dar al hospital a
causa de este mal, y mueren alrededor de 4500.
Esta infección respiratoria suele ocurrir en los meses más fríos,
pero existen también otros factores de riesgo: los niños que no recibieron
lactancia materna son los más propensos de adquirirla, hay que recordar que la
leche provista por la madre fortalece el sistema inmunológico de los bebés;
desnutrición, fumador pasivo, y el estar en contacto con alguna persona
infectada, debido a que este virus es altamente contagioso, son otros de los
factores de riesgo. Así que hay que estar atentos.
Micción infrecuente
Sí un bebé prefiere dormir todo el día a comer, casi no llora y sobretodo muy pocas veces moja el pañal, entonces es necesario alarmarse y acudir de inmediato al hospital. Es muy probable que este a punto de entrar en choque por deshidratación extrema y sufrir insuficiencia de órganos internos e incluso daño cerebral.
Para una mujer que está dando de lactar es difícil saber si su bebé está tomando suficiente leche con sólo observarlo. El único indicador confiable es la cantidad de pañales que moja al día (normalmente entre 6 y 12 a partir de la primera semana de vida). Otros síntomas son llantos sin lágrimas, ojos y "mollera" hundidos; boca y labios resecos; irritabilidad y fatiga extrema.
Los bebés deshidratados requieren atención hospitalaria casi siempre. Es conveniente dar muchos líquidos a todo niño enfermo.
Tos seca y jadeo
En algunos niños los síntomas del asma, como tos y jadeo, aparecen repentinamente, pero en la mayoría se presenta en forma gradual, por lo que es fácil restarle importancia.
En los últimos años la incidencia del asma infantil ha tenido un aumento alarmante, debido quizás a factores como la contaminación del aire, la presencia de alergenos en los alimentos, y el contacto con el moho y los ácaros del polvo en viviendas mal ventiladas.
Micción infrecuente
Sí un bebé prefiere dormir todo el día a comer, casi no llora y sobretodo muy pocas veces moja el pañal, entonces es necesario alarmarse y acudir de inmediato al hospital. Es muy probable que este a punto de entrar en choque por deshidratación extrema y sufrir insuficiencia de órganos internos e incluso daño cerebral.
Para una mujer que está dando de lactar es difícil saber si su bebé está tomando suficiente leche con sólo observarlo. El único indicador confiable es la cantidad de pañales que moja al día (normalmente entre 6 y 12 a partir de la primera semana de vida). Otros síntomas son llantos sin lágrimas, ojos y "mollera" hundidos; boca y labios resecos; irritabilidad y fatiga extrema.
Los bebés deshidratados requieren atención hospitalaria casi siempre. Es conveniente dar muchos líquidos a todo niño enfermo.
Tos seca y jadeo
En algunos niños los síntomas del asma, como tos y jadeo, aparecen repentinamente, pero en la mayoría se presenta en forma gradual, por lo que es fácil restarle importancia.
En los últimos años la incidencia del asma infantil ha tenido un aumento alarmante, debido quizás a factores como la contaminación del aire, la presencia de alergenos en los alimentos, y el contacto con el moho y los ácaros del polvo en viviendas mal ventiladas.
